EL ENEMIGO COMÚN
- rafovenegas
- 19 may
- 4 Min. de lectura

Joseph Goebbels fue sin duda el líder nazi más poderoso después de Hitler. Un personaje acomplejado, siniestro, narcisista y experto agitador de masas, que le fue muy fiel a Hitler hasta la muerte. Envenenó a sus seis hijos y se suicidó junto a su esposa, al día siguiente de que Hitler se quitara la vida junto a Eva Braun.
No tenía un cargo en el frente militar, sino uno de mucho mayor trascendencia: Ministro de Propaganda del Tercer Reich. Él fue el responsable de la manipulación mediática de la población alemana, que la sumió en la estupidez colectiva y de esta manera la mantuvo sometida disciplinadamente al sentimiento del nacionalismo nazi extremo.
Para conseguir esto, Goebbels que es considerado un maestro de la manipulación colectiva, aplicó tácticas muy eficaces que hoy se conocen como “Los once principios de la propaganda política”.
1. Principio de la simplicidad.
2. Principio de la repetición.
3. Principio de la verdad (Una mentira repetida muchas veces, se convierte en verdad).
4. Principio de la emoción.
5. Principio de la personalización.
6. Principio de la polarización.
7. Principio de la exclusividad.
8. Principio de la acción.
9. Principio de la censura.
10. Principio del contexto.
11. Principio de la imagen.
Para bien o para mal, estos principios han sido y siguen siendo utilizados en todo el mundo, ya que hoy en día la manipulación mediática con fines políticos está en boga, tanto para llegar al poder, como para mantenerlo una vez alcanzado. Esto es ahora mucho más fácil y potente, dado que se cuenta con una tecnología que viene avanzando de manera exponencial.
Los que más han utilizado estas estrategias son los grupos políticos de izquierda, así como los gobiernos autocráticos y las dictaduras. Sin embargo, en los últimos años los partidos tradicionales están reaccionando y poniéndose casi a la misma altura.
A pesar de que Goebbels fue un personaje siniestro y que sus ideas radicales hicieron mucho mal a la humanidad, se puede rescatar la teoría de sus principios, no para utilizarlos políticamente, sino más bien para entenderlos y así estar preparados para no caer en las oscuras estrategias de los grupos manipuladores que pretenden llevar a las poblaciones al estado de estupidez colectiva.
En este artículo, sólo reviso el Principio de la Polarización, que es probablemente el que más nos ha afectado en tiempos recientes. Se trata de una estrategia de comunicación que tiene como objetivo dividir al público entre “nosotros” contra “ellos”. De esta manera se crea un sentido de unidad y un gran odio mutuo contra el enemigo común, para lograr un objetivo específico. La unión hace la fuerza, pero “El odio al enemigo común nos hace aún más fuertes”.
Para el despliegue de esta estrategia se utiliza principalmente a la propaganda y el bombardeo mediático permanente. Hay muchos casos históricos de su uso perverso, siendo el más notorio y desgraciado el del régimen nazi, donde se demonizó a los judíos convirtiéndolos en el enemigo común, con las horribles consecuencias que todos conocemos.
Los grupos políticos de izquierda, que siempre han hecho uso y abuso de este principio, se victimizan convirtiéndose en el proletariado (nosotros, los pobres), siendo el enemigo común la burguesía o la derecha radical (ellos, los ricos). Este cuento ya está bastante pasado de moda, pero para algunos grupos de izquierda, que apestan a obsoletos, sigue siendo vigente como herramienta de convencimiento para las poblaciones vulnerables y menos informadas.
Un caso más cercano fueron las últimas elecciones de los Estados Unidos, dónde el partido ganador de Trump, utilizó aplicadamente este principio, siendo el enemigo común los inmigrantes “criminales” y los desubicados progres, que “se están apropiando de nuestra América”. Con esto lograron polarizar a la población y una gran unión en torno a la supremacía americana, apoyados por el slogan MAGA (Make América Great Again).
¿Y en el Perú? Por supuesto que tenemos un vergonzoso caso muy reciente, en las elecciones del 2021. Allí, aparte de las delincuenciales irregularidades en el proceso electoral, se utilizaron varios de los principios de Goebbels.
Empero, en cuanto al principio del polarización y el enemigo común, la izquierda y los caviares han sido muy exitosos, porque lograron hacer caer a una gran parte de los peruanos en su trampa. ¿Y quién fue el enemigo común?: EL MONSTRUO DEL FUJIMORISMO.
Un trabajo que les tomó tiempo y dinero, proveniente de fondos turbios y de ONGs progres, pero que les fue muy exitoso. Lograron que Keiko Fujimori perdiera las tres últimas elecciones seguidas y lo hizo enfrentando a un candidato nacionalista, a uno derechista y a un tercero de izquierda radical. Es decir, demostró no ser capaz de ganarle a nadie, gracias a que fue sindicada como el enemigo común por la propaganda mediática de la prensa caviar.
Y así, sin querer queriendo, crearon el partido más poderoso del país: El Anti-fujimorismo, que ganó las tres últimas elecciones.
Los infamemente famosos “cojudignos” que irresponsablemente cayeron en la estupidez colectiva, por comerse el cuento del enemigo común, le otorgaron el poder al “burro de las orejas y uñas largas” y a la actual “señora Rolex”, gracias al sexto principio de la propaganda política de Goebbels.
Algo tremendamente vergonzoso que los peruanos de buena fe esperamos que no se repita en las elecciones del próximo año.
¡FOOD FOR THOUGHT!
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